No hay nada que me refresque: ni el ventilador, ni una ducha de agua fría, ni nada de nada. A estas horas el termómetro de la farmacia de mi calle sigue marcando 41ºC y no tiene intención de bajar... No sé cómo vamos a poder dormir esta noche...
Ojalá tuviera un trozo de hielo como este oso para poder tirarme encima! Está decidido: nos ponemos aire acondicionado!! En cuanto ahorremos un poco, nos lo autorregalamos porque mi salud está en juego. Hoy, en el camino de vuelta del trabajo, he tenido que ir echándome agua por la cabeza y el cuello para poder seguir conduciendo! Y he llegado tan mareada por el bajón de tensión que me he tenido que tumbar con las piernas en alto...
Jorge me ha contado que ha visto a unos pobres obreros, a la una del mediodía, en plena autovía, apiñados bajo una tímida sombra bebiendo agua como si no hubiera un mañana! Hasta al propio Jorge lo han enviado a casa antes porque en el campo de golf no se podía trabajar! Pero aún así había gente jugando!!!!! Se ve que tener tanta pasta te refrigera o algo...
Hoy no tengo más idea que soñar con que llegue el invierno!!!
Besukys!
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